Pasos

1

Identifica de qué clase de fractura se trata. Si es expuesta, el hueso rompe la piel; si es cerrada, el hueso se quiebra pero sigue en su posición.

2

Ante una fractura expuesta, cubre la herida con una tela limpia y acude cuanto antes a un médico para evitar una infección.

3

Si estás ante una fractura cerrada, inmoviliza el miembro afectado con un par de tablillas.

4

Coloca las tablillas paralelamente al miembro y sujétalas con varias tiras de tela sin apretar muy fuerte.

5

Si cuentas con una férula neumoplástica, pon dentro el miembro afectado y procura no moverlo hasta que arribes a un centro de salud.

6

Si careces de tablillas o férulas, haz un cabestrillo con una tela: pásalo por detrás del cuello para inmovilizar la fractura.

Importante

  • No intentes acomodar el hueso pues puedes ocasionar un desgarro muscular o una fractura mayor. Deja esa labor para el médico especialista.

 

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